sábado, 1 de febrero de 2014

¡SALID DE BABILONIA!


TEXTO ÁUREO: “Y oí otra voz del cielo, 
que decía: Salid de ella, 
pueblo mío, 
para que no seáis partícipes de sus plagas;
 porque sus pecados han llegado hasta el cielo, 
y Dios se ha acordado de sus maldades” 
(Apoc. 18: 4, 5).

Puerto Ordaz 1 de febrero de 2014. Autor: Diógenes Pocaterra R.

Nunca antes en la historia de nuestras vidas como cristianos hubo tanta necesidad de cambiar de estilo de vida, de reformar hábitos y costumbres, pero que diera la fuerte impresión de verdaderamente luchar y vencer al mundo.

Porque vencer al mundo es salir de las grandes ciudades a los pueblos pequeños e instalarse y trabajar la agricultura. Dijo Cristo: –Os aseguro que todo el que por mi causa y por causa del evangelio deje casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras, recibirá ya en este mundo cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones; y en el mundo venidero recibirá la vida eterna. Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros" (Marcos 10: 29-31).

Que las ciudades han caído subyugados ante el engaño de “Babilonia La Grande”: Sus modas que casi desnudan a nuestras madres, esposas e hijas; su alimentación antinatural, transgénica, carnívora, sometida a la especulación, al acaparamiento y al sobreprecio; el empleo que obliga a trabajar en sábado; sus fiestas que nos mienten descaradamente y nos incitan al consumo como la falsa Navidad, o la falsa celebración de la muerte de N.S. Jesucristo (¿semana santa?) que obliga a la gente a ir a las playas casi nudistas. Las ciudades están corrompidas.

“A la sombra del Estado, una clase social, la burguesía, asciende socialmente, y con ella, una actividad se vuelve preponderante, la economía. El capitalismo, un sistema económico, se expande y apodera de la sociedad. La ciudad carece ya de objetivos "cívicos", ya no garantiza la existencia de los restos de autonomía que han sobrevivido, aquello que Mumford definía como "autodirección, autoexpresión y autorrealización." http://es.sott.net/article/25304-MUMFORD-1895-1990

Esta toma de conciencia colectiva debe ser un movimiento social, con estructura jurídica y proyecto que rescate las fiestas y celebraciones bíblicas que la iglesia católica se atrevió a prohibir cuando tuvo el poder temporal. Recuérdese que lo hizo contra  los cristianos y que para que “no judaizaran”. La Gran Ramera cambió la ley, sustituyó el sábado por el domingo día del Sol. Luego persiguió a todo aquel que guardara el sábado o celebrase alguna fiesta "judía". Mas ahora, en plena libertad parece que no hay suficiente ¿poder de voluntad? o más bien es falta de Fe para rescatar los verdaderos valores del cristianismo. Y si un hombre o mujer intenta rescatar esos valores es perseguido sin misericordia. Muchas veces aquella persona desconoce que la autoridad eclesiástica no puede violar sus derechos sin sufrir las consecuencias anunciadas por Cristo: »No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada, porque he venido a poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. Así que los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;  y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halle su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 10: 34-39).

Veamos el trabajo de http://www.logon.org/spanish/

“Las iglesias húngaras y de Transilvania fueron las últimas en Europa en observar las fiestas “judías”, según registra el Rabino Principal de Budapest Rabí Samuel Kohn (DIE SABBATHARIER IN SIEBENBURGEN Ihre Geshichte, Literatur, und Dogmatik, Budapest, Verlag von Singer y Wolfer, 1894; Liepzig, Verlag Von Franz Wagner).

“En las páginas 62-67 del trabajo de Kohn, se afirma acerca del himnario que:

“ El himnario fue escrito en húngaro por [Andreas] Eossi, Enok Alvinczi, Johannes Bokenyi. Tomás Pankotai, y Simon Pechi. ... Consistía de 102 Himnos: 44 para el Sábado, 5 para la Luna Nueva, 11 para la Pascua y los Panes sin Levadura, 6 para la Fiesta de las Semanas, 6 para Tabernáculos, 3 para el Año Nuevo, 1 para Expiación, 26 para los propósitos de todos los días. (Este material es extraído por Gerhard O Marx en su artículo Beliefs and Practices of the Church of God in Transylvania during the period 1588-1623 (Las Creencias y las Prácticas de la Iglesia de Dios en Transilvania durante el período 1588-1623)).

“Kohn observó que estas Iglesias: Restauraron el Cristianismo original y verdadero, en el hecho de que ellos realmente aceptaron y practicaron las costumbres religiosas judías y los estatutos que el Antiguo Testamento prescribe, los cuales el Cristianismo original observaba como obligatorios y sólo más tarde descartó (Kohn, p. 8)”. Fuente: http://www.logon.org/spanish/s/p132.html







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